martes, 21 de febrero de 2012

UNA EXPERIENCIA INTERESANTE

Lectura de una experiencia educativa
El 5 de octubre, Antonio Battro publicó en La Nación una nota referente a Ross School, una escuela de East Hampton, New York, que desarrolla una innovadora experiencia educativa.
Algunos fragmentos de la nota:
“Esta escuela privada nació hace menos de diez años con media docena de alumnas y un grupo de docentes que habían abrazado la idea de impartir una enseñanza no convencional, basada en la noción de una espiral creciente que entrelazara las ciencias y las artes, abierta a las mayores culturas de Oriente y de Occidente en su desarrollo histórico.
Hoy cuenta con cerca de 300 estudiantes y 70 docentes, la mayoría con dedicación completa. Los alumnos, varones y mujeres, practican desde la caligrafía china hasta los medios digitales más avanzados tanto en las artes como en las ciencias. Aprenden varios idiomas, entre ellos el latín y el chino, y realizan una variedad increíble de actividades artísticas.”

 
 La Ross School presenta los contenidos de sus asignaturas articulados –y resaltaría- historizados en el marco de la Historia de la cultura universal, que funciona como pivote de las distintas asignaturas. Artes del lenguaje, matemática, ciencia, artes visuales, artes dramáticas y estudios de mass-media se cruzan con el currículo de la historia cultural en proyectos integradores mientras que mantienen su exclusividad como contenidos específicos.


El marco para este planteamiento se encuentra en la teoría de inteligencia múltiple de la psicología cognitiva de Howard Gardner, de la universidad de Harvard, institución que apadrina el proyecto de la escuela.

Un punto interesante para nosotros es observar cómo utilizan la tecnología al servicio de este proyecto. No es sorprendente enterarnos de que cuentan con medios fantásticos como por ejemplo que los alumnos utilizan notebooks en lugar de cuadernos y a través de ellos e acceden a internet y a una intranet institucional. Esta posibilidad tecnológica les sirve para ir armando un Portfolio personal de trabajos (la importancia de trabajar y escribir para “mostrar”), sujetos a los comentarios de alumnos, profesores y tutores. En el marco de estos intercambios los chicos seleccionan sus trabajos para un Portfolio Digital de todo el colegio. Los alumnos se convierten así en publicadores, y van escribiendo –registrando y exhibiendo- así una historia personal fascinante: la historia de su propia formación.

Información obtenida de:  SAGOL, C. . Recuperado: 21/02/12, desde: http://magister.lacoctelera.net/

No hay comentarios:

Publicar un comentario