Aunque la pizarra digital y el tablet tienen el mismo uso que sus referentes, la pizarra de pared y el cuaderno, lo cierto es que gracias a las enormes prestaciones de las que disponen han conseguido llamar la atención de muchos expertos, quienes consideran que son una herramienta única para solucionar problemas de aprendizaje, como la dislexia. Así lo aseguraron las psicopedagogas Nines Gutiérrez y Paloma Tejada durante su intervención en un curso sobre dislexia impartido por la UNED.
Nines
Gutiérrez y Paloma Tejada tienen un equipo de diagnóstico y tratamiento
de dislexia y problemas de aprendizaje que atiende a niños de toda
España. Hasta hace no mucho tiempo, las consultas y pruebas que hacían
para diagnosticar los casos de dislexia se alargaban durante meses. Con
la incorporación del tablet o cuaderno digital al proceso terapéutico se
ha reducido sensiblemente este periodo. Además, gracias a las
prestaciones de este ordenador de última generación es posible llevar a
cabo toda la terapia a distancia y modificar las pautas del aprendizaje
sin contacto personal.
La
apariencia es idéntica a los cuadernos tradicionales, en la pantalla
táctil del tablet hay una hoja rayada en donde el niño puede escribir
con un bolígrafo especial. Cuando uno se equivoca, puede borrar con una
pieza situada en el extremo posterior del boli que simula una goma. El
ordenador es capaz incluso de registrar todos los intentos y todas las
equivocaciones.
Una
vez acabado el párrafo, con un simple click, se transforman las
palabras caligrafiadas en letras de molde del tipo seleccionado en su
menú. El sistema es igual en los dictados, transforma la palabra dicha
en escrita -hasta ahora sólo en inglés, pero pronto en castellano- y
también registra los fallos que se cometen al leer una frase.
Además,
el programa ayuda a los usuarios destacando las letras que han de
leerse correlativamente para impedir errores, como en un karaoke.
También puede operar con vídeos, juegos virtuales y simuladores. Y
conectándose con webcam, el terapeuta puede contactar visualmente con el
paciente. “La única cita imprescindible para nosotros es la primera, la
que nos permite observar las posturas, el carácter del niño y aspectos
relacionales con su entorno más inmediato, su familia”, señala Nines
Gutiérrez.
Estas
posibilidades ahorran al psicopedagogo trasladar y archivar ingentes
cantidades de documentación, y agiliza el proceso de análisis de los
resultados.
La
pizarra digital tiene prácticamente las mismas aplicaciones que el
tablet, la diferencia es que su uso es colectivo, ya que un único
soporte sirve para toda la clase. El principal inconveniente de este
sistema desde el punto de vista terapéutico es que, en la aplicación de
terapias individuales, no permite la intimidad o el anonimato deseable.
El
único inconveniente de estas tecnologías es su precio, que únicamente
está al alcance de los alumnos procedentes de economías saneadas,
“diferencia que sólo se resolverá cuando la Administración decida incluir estas dotaciones en todos los colegios”, añadió.
Como la dislexia es un tema que hemos tratado en la asignatura de bases psicopedagógicas, me ha parecido interesante esta noticia de como puede repercutir las nuevas tecnologías en alumnos con este problema.
Además como mi compañera había mencionado ya lo que las Tics pueden aportar a los niños con problemas, pues he querido profundizar en el tema de la dislexia mediante esta noticia.
Por lo tanto como futuros profesores y en la era tecnológica en la que nos encontramos, las nuevas tecnologías nos permitirán ayudar a aquellos que manifiestan dificultades de dislexia.
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